sábado, 19 de septiembre de 2009

DE LA CRONICA DE ROMINA C.

Debo decir, que me costo mucho comenzar a escribir esta crónica…tal vez será, porque me gusta escribir pero no me gusta mucho que los demás lean lo que escribo, es algo que siempre me pregunto, cuando en el momento de realizar las crónicas, yo nunca me animó a decir ¡yo la hago a la crónica de hoy!… estaré escondiendo algo… defendiéndome de algo o serán mis propios fantasmas lo que actúan al momento de escribir y contarle al grupo mi experiencia, son preguntas que todavía no tienen respuesta.
Esta crónica, es la correspondiente al día diecinueve de septiembre, ese día yo llegue más tarde y cuando llegue ya estaban la mayoría de mis compañeros sentados en ronda, mate en medio y con tortas y cosas ricas porque íbamos a festejar el cumpleaños de Juan. Estábamos todos preparados para comenzar la clase y escuchar lo que nos iba a explicar y decir Juan sobre el texto ¨ Introducción al Psicodrama ¨ de Schützenberger, entre las cosas más destacadas de todo lo que se hablo y explico para mi, fue lo que dijo Juan sobre que comenzamos una nueva etapa, donde aprenderíamos diferentes técnicas, eso me puso muy contenta porque era como un paso más que habíamos dado todos y saber que llegamos a este punto como grupo ¡me alegro mucho!.
Terminado la parte teórico y después de comer cosas ricas, entre ellas la chocotorta que realizo Debby y la torta que trajo Romi, lo que nos tocaba ver ese día nos explico Juan, es una técnica que se llama Aiquido y Sipalti.
Nos paramos, nos pusimos todos en ronda y comenzó el momento del caldeamiento, donde Juan nos dio caña de bambú y flota-flota, para que cada uno experimentáramos que podíamos realizar con ellos, que tipo de movimiento se podía realizar con cada uno y con cual nos sentíamos más cómodos.
Mi experiencia personal fue que con el flota – flota me gusto trabajar, más allá de ser un instrumento artificial me pareció flexible y cómodo y con la caña de bambú, es un instrumento natural echo con material natural, pero me resulto rígido y un poco difícil de trabajar, debe ser justamente por esta diferencia tan importante entre ambos instrumentos, que me gusto más uno que el otro, cuando sentí que me gusto más trabajar con el instrumento artificial debo admitir que mucho no me gusto pero no lo iba a negar, me sentí un poco artificial por mi elección, aunque tiene su lado positivo, ya que comencé a pensar, como me relaciono yo con las personas y cosas de mi entorno, desde un punto de vista diferente de cómo lo venía haciendo yo, algo rico e interesante para el trabajo de cada uno. Luego nos separamos en parejas: Jero y Debby, Vale y Romi, Melody y Susy, Marce y Barby y Marta y yo,
cada pareja trabajo con la caña de bambú, practicando la técnica del Aiquido, movimientos lentos y controlando la ansiedad, la otra persona era tu rival donde el objetivo era intentar que tu compañero, no te toque con la caña de bambú, defendiéndote con suaves golpes donde las cañas de bambú se tocan, pero controlando tus impulsos y movimientos y tu ansiedad, teniendo en cuenta a tu oponente, sus movimientos e intentando conocerlo.
A mi me toco trabajar con Marta, era la primera vez que trabajaba con ella, me gusto mucho, me mantuvo muy alerta y con movimientos la mayoría fuertes y firmes, debo admitir que me costo mucho y Marta más de una vez me llego a tocar con la caña de bambú.
Después de este momento, vino el segundo momento, donde nos pusimos a trabajar bien con la técnica que se iba a trabajar ese día, pasamos en parejas y ya no como una practica si no verdaderamente. En medio de estos movimientos, Juan nos iba avisar y teníamos que empezar a decirle algo a nuestro compañero, sin dejar la caña de bambú y sin perder de vista a nuestro oponente, fue muy interesante porque era como el fluir de la conciencia, ya que no podías pensar mucho que decir ni que contestar y eso hacia a la escena más espontánea e interesante.
Con Marta cuando me tocó pasar, noté su ansiedad y sus ganas de comenzar antes que Juan nos diera la señal, era como que si o si necesitaba hablar y buscar a Helena( nombre que me tocó ya que me gusta mucho), Juan nos interrumpió y nos indico que volvamos a hacerla, así podíamos empezar en el momento indicado y lo que me sorprendió, fue que Marta otra vez dijo lo mismo, buscaba a Helena a toda costa, que pasa con Helena era mi pregunta, quien es Helena, yo no pude ponerme muy bien en ¨como si ¨ y me di cuenta, era como a medias la cosa, mientras que transcurría la escena era ¨ como si ¨ a veces y otras no, la escena me producía sentimientos encontrados.
Nuestra escena, se basó en que ella buscaba Helena, Helena no estaba y yo era su compañera, todo transcurría en un comedor para chicos, donde mi compañera me hacia preguntas con respeto al comedor y su manejo, pero lo más curioso, es que mientras esto transcurría en una charla tranquila y calmada, los movimientos que se iban produciendo con la caña de bambú, no eran correspondientes a esta charla, el cuerpo habla y en esa situación se hizo notar. Los movimientos era de plena rivalidad y búsqueda constante de mi oponente y control del otro que surgía desde ambas partes.
Juan interrumpió la escena y le dijo a Marta sos un policía o detective ahora y desde ahí se posiciono y realizo más preguntas, me llamo mucho la atención que yo no hacia muchas preguntas a sus interrogantes, era como un rol pasivo el mío.
Las escenas de mis compañeros fueron la de: Jeron y Debby, donde todo giraba alrededor de dos personas que estaban coqueteando, pero que tenía mucho de metafórico y por momentos se mezclaban, donde parecían dos escenas diferentes, con dos charlas diferentes, pero donde no era así, fue algo muy interesante, de ver y de interpretar porque creo que puede tener varias interpretaciones diferentes.
La escena de Susy y Melody, fue muy linda y tierna para mi, ya que Susy hacia como de apoyo a Melody, una persona que quería ayudarla, pero donde Susy tomaba a Melody como Melody y no como un personaje y Melody en la escena si tomo a Susy como otra persona, que la molestaba que la estorbaba ¿No la dejaba ser por ahí?.. en fin me llamo mucho la atención esto de la escena, como uno tomo al otro, como lo que era o como no.
La escena de Vale y Romi, fue fuerte y con movimientos bruscos, rivales a pleno en todo sentido, tanto en su conversación como en sus movimientos con la caña de bambú.
La escena de Marce y Barbi, fue por momentos intensa y por momentos calmada, donde si coincidía los movimientos con la escena, se notaba los enojos y la rivalidad, las estrategias y también la ayuda reciproca y la debilidad del oponente. Fue otra escena que me gusto mucho y me pareció muy rica e interesante.
Después pasamos, al tercer momento, el Serrín, donde charlamos de todas las escenas y lo que habíamos sentido en las escenas, personalmente, yo quede muy movilizada y con muchas que pensar y escribir.

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