sábado, 15 de agosto de 2009

DE LA CRONICA DE CAROLINA

Crónica psicodramática de un enojo reiteradas veces anunciado….

Escribir esta crónica me incomodó en varias oportunidades. Lo he postergado bastante y recién hoy me dispongo a escribirla. Qué relación tendrá la postergación de estas líneas con la postergación de mi libro poético?. Escribir o dejar de hacerlo…
“Liberarse con la música”, escuché con los ojos cerrados…. Identificar la marcha con un sonido, variar las intensidades: me sentí música, poesía y lo disfruté…
Liberarse con la música… y ahora liberarse de la música, “romper con su estructura con el propio cuerpo”, cuerpo entero en movimiento, luego fragmentado; la dificultad se presenta en esta instancia y tengo que concentrarme mucho para lograrlo: sentir solo pies, solo manos, solo cadera, solo gesto…. Sentí solo cansancio, cansancio analítico como cuando paso casi 60 min recostada en el diván y me invitan a pensar, a desmenuzar, a descubrir… cansancio analítico pero en el cuerpo.
Lo gestual, diversidad de gestos y con ellos sensaciones, emociones…pero solo uno parece representarme algo/alguien: el enojo!
Tras el oscuro telón soy solo pies, y camino…en ese caminar completo un giro que me permite volver al lugar de partida (¿o fragmentada?), y volver a empezar la caminata que zigzaguea. Por arriba, nacen mis manos, se despiertan y juegan con el aire de la superficie. Mis ojos asoman junto con mi mirada…. Encuentro al enojo y le hablo a su gesto… Proyección! me dijeron mientras compartíamos… “Pero si yo no estoy enojada” pienso, con enojo porque seguro que la verdad me molestó.
Luego el grupo fragmentado en dos, y tras el telón encontrarse con el otro.
Ser solo pies, caminar, andar, ir, acercarse…
Ser solo manos, dar, pedir, saludar, desplegarse, atrapar, agarrar, tocar, sentir…
Aparecer en gesto, en mirada, en visión…. Aparecer para el otro, para ser encontrado… Podría haber encontrado al otro con mis pies? Podría haberlo encontrado con mis manos? Podría el otro haberme encontrado si solo fuese pies o manos, si no aparecían mi gesto y mi mirada?
Quise ver que había más allá del telón oscuro, quise pasar y me lo impidieron… qué había del otro lado? Qué estaba buscando? Una vez más buscaba algo y no sabía qué… No quise escuchar más y volví hacia atrás infantil. “Te enojaste” me dijeron mientras compartíamos…. Y entonces me dí cuenta que el enojo se había anunciado reiteradas veces.
Por qué… De qué… Con quién?... Para qué?...

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