Comenzamos la reunión té por medio, 9 integrantes, Juan Carlos y el observador.
Debbie leyó su crónica, muy creativa. También Gerónimo leyó la suya. Crónicas donde al ser protagonistas de ellas, hay una emoción especial, única.
Luego siguió la teoría, Moreno, un recorrido sobre su teoría y sus técnicas, la espontaneidad, la creatividad, el escenario. Trabaja el aquí y el ahora. Freud, Melanie Klein, Winicott. Los tres momentos del psicodrama, los cinco elementos en el escenario.
Hicimos preguntas sobre la aplicación de las técnicas, Juan Carlos nos explicó que a medida que avancemos, aprenderemos mas y sabremos que hacer, adaptando cada técnica a la necesidad de cada situación. Me tranquiliza y me dan seguridad sus palabras.
Un pequeño recreo, luego el caldeamiento. Caminar, mover el cuerpo, abrir los brazos, estirarse, respirar profundo, conectarse con el lugar. Seguir caminando, buscar una mirada, encontrarla, acercarse, seguir mirándose. La consigna: mirada de amor, alejarse, encontrar otra, acercarse: mirada de desprecio, alejarse, encontrar otra: mirada de superioridad y así varios cambios. Como eramos 9, uno quedaba solo y miraba al grupo, qué veía?. Yo ví, no solo la mirada, todo el cuerpo hablaba: había gestos en la cara, las manos, el cuerpo tomaba una posición diferente según la consigna. Aprender a observar, eso que habla sin palabras, conocer lo que habitualmente hacemos en nuestra vida cotidiana, a veces inconscientemente, otras deliberadamente.
El momento de la escena, yo protagonista, nerviosa, indecisa, una escena fuerte con muchas lágrimas. Elegí a Gerónimo y a Melody en los roles de mis hijos. Me movían de un lado a otro, cuanta angustia, así es en realidad, estoy con uno o con otro. Hay diálogo entre ellos?, no, solo palabras, las justas y necesarias para conformarme.
Uno se soltaba de mis manos y lo dejé ir, pero sé que siempre está a mi lado. Aferrarme al otro, por miedo a perderlo. Salir de esa situación,pasar entre ellos dió alivió, libertad. Estar en el lugar que corresponde.
Luego pasó Bárbara a escena. Llamó a Cibeles, era su papá y a Gerónimo que hizo de su mamá. Una lucha entre ella y sus padres, quiere irse de su casa, pero le cuesta tomar una decisión, no sentirse culpable. Los brazos entrelazados, los tres decían:
yo quisiera, yo necesito. Salir de esos brazos, una lucha con su madre y tanto dolor con su padre. Debo, no debo, cómo hago?, no me comprenden?. Tengo necesidad de tener mi propia vida.
Un escenario donde hay dolor, miedo, culpa, pero liberando diferentes emociones.
Trabajarnos, poder seguir para poder dar.
Tercer momento, el sharing: qué sentimos?, silencio. Algunos pudieron hablar, identificarse con algunas escenas. Todo fue muy movilizante, eso es lo que siento yo.
Debbie leyó su crónica, muy creativa. También Gerónimo leyó la suya. Crónicas donde al ser protagonistas de ellas, hay una emoción especial, única.
Luego siguió la teoría, Moreno, un recorrido sobre su teoría y sus técnicas, la espontaneidad, la creatividad, el escenario. Trabaja el aquí y el ahora. Freud, Melanie Klein, Winicott. Los tres momentos del psicodrama, los cinco elementos en el escenario.
Hicimos preguntas sobre la aplicación de las técnicas, Juan Carlos nos explicó que a medida que avancemos, aprenderemos mas y sabremos que hacer, adaptando cada técnica a la necesidad de cada situación. Me tranquiliza y me dan seguridad sus palabras.
Un pequeño recreo, luego el caldeamiento. Caminar, mover el cuerpo, abrir los brazos, estirarse, respirar profundo, conectarse con el lugar. Seguir caminando, buscar una mirada, encontrarla, acercarse, seguir mirándose. La consigna: mirada de amor, alejarse, encontrar otra, acercarse: mirada de desprecio, alejarse, encontrar otra: mirada de superioridad y así varios cambios. Como eramos 9, uno quedaba solo y miraba al grupo, qué veía?. Yo ví, no solo la mirada, todo el cuerpo hablaba: había gestos en la cara, las manos, el cuerpo tomaba una posición diferente según la consigna. Aprender a observar, eso que habla sin palabras, conocer lo que habitualmente hacemos en nuestra vida cotidiana, a veces inconscientemente, otras deliberadamente.
El momento de la escena, yo protagonista, nerviosa, indecisa, una escena fuerte con muchas lágrimas. Elegí a Gerónimo y a Melody en los roles de mis hijos. Me movían de un lado a otro, cuanta angustia, así es en realidad, estoy con uno o con otro. Hay diálogo entre ellos?, no, solo palabras, las justas y necesarias para conformarme.
Uno se soltaba de mis manos y lo dejé ir, pero sé que siempre está a mi lado. Aferrarme al otro, por miedo a perderlo. Salir de esa situación,pasar entre ellos dió alivió, libertad. Estar en el lugar que corresponde.
Luego pasó Bárbara a escena. Llamó a Cibeles, era su papá y a Gerónimo que hizo de su mamá. Una lucha entre ella y sus padres, quiere irse de su casa, pero le cuesta tomar una decisión, no sentirse culpable. Los brazos entrelazados, los tres decían:
yo quisiera, yo necesito. Salir de esos brazos, una lucha con su madre y tanto dolor con su padre. Debo, no debo, cómo hago?, no me comprenden?. Tengo necesidad de tener mi propia vida.
Un escenario donde hay dolor, miedo, culpa, pero liberando diferentes emociones.
Trabajarnos, poder seguir para poder dar.
Tercer momento, el sharing: qué sentimos?, silencio. Algunos pudieron hablar, identificarse con algunas escenas. Todo fue muy movilizante, eso es lo que siento yo.
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