DE LA CRONICA DE JERONIMO

Ese dia llegue un tanto temprano al encuentro, lo que me dio la oportunidad de charlar con algunos compañeros que ya estaban en la puerta.
Charlamos sobre el texto de Moreno, y sobre las observaciones acerca del escenario vacio que Juan Carlos nos habia mandado a todos por mail.
En la conversación noto que habia olvidado mandar mi observación personal, la cual habia creido que no era necesario mandarla.
Los chicos de Teatro terapeutico terminaron y pudimos pasar adentro.
La primera parte consistio en hablar sobre la vida de Moreno y sobre lo que habiamos sentido en el encuentro anterior.
En la segunda parte, comenzamos el trabajo corporal con un caldeamiento como ya es costumbre, y con un ejercicio que consistia en una ronda y de a uno pasar al medio y realizar un movimiento de acuerdo a la musica.
Luego cuando llegaba el momento de cambiar habia que elegir un compañero. Mi turno paso con una musica muy rapida, la cual tuve que hacer movimientos casi freneticos y casi no pude notar si mis compañeros me seguian. En el momento de cambiar, elegi una compañera que se integraba al grupo ese mismo dia.
Con la musica todavia rondandome en la cabeza pasamos a otro ejercicio, el cual conocia muy bien, ya que lo habia realizado el año anterior.
Se trataba del ejercicio de la hipnosis, que consiste en poner una mano enfrente del compañero y guiarlo a travez del espacio que se trabaja.
Quisiera agregar que no habia tenido una buena experiencia con este ejercicio, ya que no me habia sentido comodo la vez anterior por razones que nunca me quedaron claras (en el momento de ser guiado, me habia contracturado y pase asi unos dias).
Mas significativo fue todo cuando mi compañera en el ejercicio fue Debbie, la cual tambien habia trabajado el año anterior. De todas maneras, vale aclarar, que de entrada tenia el presentimiento que esta vez iba a ser diferente, ya que habia pasado el tiempo y tuvimos la chance de charlar bastante sobre varias experiencias. Como dice el dicho: ‘’Cuando el carro anda, los melones se acomodan’’.
Otra compañera nueva tambien trabajo con nosotros, lo cual hizo el ejercicio intersante, ya que en el momento de guiar, debiamos hacerlo con dos manos, a dos diferentes personas, lo cual parece facil ahora que lo estoy describiendo, pero en el momento no lo fue.
Pasamos los tres en guiar y ser guiados, dependiendo los turnos.
Luego el ejercicio vario, debiamos guiarnos pero esta vez sin el uso de las manos, solamente con la mirada. Y en el caso de nuestro grupo, debiamos realizar el ejercicio de a dos, y el que quedaba afuera debia ingresar cuando mas le guste, colocandose entremedio de los dos.
No fue una tarea facil, pero personalmente la disfrute ya que pudimos coordinar bien los tiempos y los movimientos entre los tres.
Al cerrar el ejercicio Juan Carlos nos pidio que contaramos un secreto al compañero. Cualquiera que elijamos y que quedara entre nosotros.
‘’-Dios me toco’’ fue lo que pudieron escuchar mis dos compañeras, y el ejercicio finalizo.
Hicimos la ronda y hablamos sobre la experiencia que fue ese encuentro.
En ese momento supe que era la hora de volver a la vida diaria.
‘’Avellaneda, Gerli, Lanus, Remedios de escalada’’…
Ya nos volveremos a ver.